Así nació el concepto: ¡una botella que se podía rellenar de forma gratuita dondequiera que hubiera un socio!
Con una botella de aluminio recargable que dura un mínimo de 4 años, una sola botella puede sustituir a casi 4.300 botellas de plástico. Todos los socios locales, hoteles, restaurantes y agencias locales han distribuido estas botellas a sus clientes, con un código QR en la parte posterior para facilitar el acceso a una lista de todos los puntos de recarga de agua gratuitos de la ciudad.
La iniciativa ha crecido y ahora abarca más de 10 países asiáticos, cuenta con más de 1.200 socios, y es cubierta por los principales medios de comunicación como el New York Times, el Huffington Post, Forbes, etc...