COSTA RICA: ENTRE EL CARIBE Y EL PACÍFICO

Las costas de Costa Rica, separadas por doscientos kilómetros, son ejemplos perfectos de turismo sensato y de alto nivel, orientado a descubrir y proteger los ecosistemas centroamericanos.

Bordeando el Caribe al noreste, a una hora de vuelo o a cinco horas en autobús y barco desde la capital, San José, se encuentra el Parque Nacional Tortuguero. Con una superficie de 310 km2, esta reserva natural es el sitio de anidación de una gran variedad de tortugas marinas. Puedes presenciar el espectacular evento por la noche, dirigido por un guía local experimentado.

Este santuario biológico, el lugar más salvaje del país, se puede explorar en bote, o en kayak como una opción más deportiva. Navega por un laberinto de canales navegables, rodeado de un exuberante bosque primario. Es una oportunidad única para ver más de 400 especies de aves en su hábitat natural durante su período de migración, y cientos de especies de anfibios, reptiles y mamíferos, incluido el famoso jaguar.

Siga la misma línea de latitud hacia la costa del Pacífico hasta la provincia de Guanacaste, y es un escenario completamente nuevo.
A cuatro horas en coche o una hora de vuelo desde San José, esta región es igual de exuberante y cuenta con un hábitat natural con innumerables animales, plantas y paisajes sublimes.

Desde Sámara, protegida por sus arrecifes de coral, donde los buceadores pueden ver mantarrayas, tortugas y una gran variedad de peces tropicales, hasta Puerto Carrillo y Punta Islita, donde se puede pescar y bucear, se puede
todos se relajan y disfrutan de paseos tranquilos por algunas de las playas más hermosas de la Costa Rica. También se organizan cruceros durante ciertas temporadas para observar ballenas, delfines y mantarrayas: una experiencia inolvidable.

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